martes, 23 de febrero de 2010

LAS NUEVAS METÁFORAS

AHORA DICEN QUE DIOS PROVEERÁ


Leemos ésto y no podemos menos que concluir que si los signos de estas cosechas fueran significativos, bueno, caramba, en su infinita Omnipresencia el Supremo Hacedor ya dispondría de Su espacio en Internet. Finalmente, sus signos pueden adaptarse a los tiempos, y Él es quien maneja ambos. (Remember el diseño inteligente).
Los interrogantes derivados de tal posibilidad son innumerables, y si cualquiera pudiese arribar a semejante contacto, los que dicen representarlo accederían a ciertas ventajas de la globalización que reíte de la Reforma. Después de todo, si Ud. pudiese hablar con Él en persona, a qué molestarse con gestores e intermediarios.
Por supuesto que ingresar a semejante dominio no será tan sencillo como podríamos suponer en principio. Bastante difícil resulta ya descifrar Su gestión habida cuenta de cosas tales como ésta
Quien tiene ante si todo el tiempo de este mundo y de todos los demás tal vez haya ideado en sus ratos libres algún método de acceso a Si mismo acorde con las nuevas metáforas. Y honestamente pensamos que no tendría que estar exento de algunos requisitos previos, especialmente si pensamos lo que harían algunos en nombre del libre albedrío si llegaran primero (o de la libertad de los mercados).
En principio, el usuario podría empezar utilizando el siguiente método:
En cualquier buscador teclear “Dios”: 66.300.000 resultados en menos de un segundo darán material para comenzar. (Si escribimos “dios” son 65.800.000, sin comentarios).
Investigar cada uno de ellos insumirá un tiempo considerable. (A cinco segundos por cada uno, poco más de diez años, sin repetir, sin soplar, sin comer ni dormir ni nada) . Y esto recién comienza.
Sería injusto no explorar Manitu (o Gitchi Manitou, Gitchie Manitou, Gitchee Manitou, Kitche Manitou; Gichi-manidoo).(apenas 596.000 posibilidades.)
Y sumamente inapropiado (y tal vez inseguro) obviar Alá. (73.700.000 resultados).
Omitiremos otras variantes por razones editoriales, y no utilizaremos metabuscadores.
Y sucesivamente, descartadas coincidencias, repeticiones, tautologías, páginas porno, banners y demás bendiciones de la red de redes, supondremos que Ud. finalmente logra un mano a mano con Él. No creemos acceder a  un chateo, o una invitación al Feisbuc, pero al menos mandarle un mail. Y supongamos le contestan.
Aceptado como verosímil (después de todo es poca cosa para una fé standard), el proceso puede tener varios trayectos admisibles, de los que sólo especificaremos algunos.
Una deidad inconmensurable debería tener por definición infinitas formas de nombrarla. Luego, si sus nombres son ilimitados, eterno será el tiempo que demande escribirlos todos para acceder a su presencia. Parece éste un camino de difícil acceso.
Seguramente sólo algunos accederán, y no está en nosotros saber si existe una determinada combinación de nombres en determinada secuencia que franqueará el paso. Sospechamos que ésta es una variante del hecho que Dios elige a quienes hablan con Él. Y he aquí una dificultad adicional: como siempre, muchos que no charlaron jamás con Él, pretenderán haberlo hecho.
Pero no intentan estas líneas sembrar la desesperanza, sino tan sólo puntualizar las dificultades de la fe para los hombres sencillos.
Si Dios no existiese, la cuestión tornaría abstracta: no existirá acceso a lo que no está en ninguna parte.
Por otra parte, nunca hay que subestimar al Angel Caído y sus secuaces. Múltiples formas de desvíos, virus y páginas ad-hoc nos acecharán.
Y existe algún final posible aunque improbable: una antigua leyenda anticipa que conocidos y escritos los infinitos nombres de Dios, ése será el Instante Final. Así que no se asuste si escucha una trompeta y todos los monitores del mundo comienzan a apagarse uno tras otro.
Un tan improbable y perfecto ser podría tener un muy particular sentido del humor, y nada le impediría ejercitarlo en la que será para nosotros los cibernautas, la última vez.
O sea: SS B16: Dejad de joder, vive Dios!
Y ahora, queridos hermanos, un rayo de luz con los grandes pensadores de la vida:
Dijo Leonardo Favio en otro lugar:
"“Yo no sé si el año que viene vamos a tener que importar carne, trigo y leche como dice Biolcatti, lo que está totalmente asegurado es el abastecimiento normal de mermelada de boludo.”