domingo, 10 de agosto de 2008

NOS ESCRIBEN LOS CHICOS

Sr. Director de Usina Educativa:
Aprovecho que la enfermera está transando con el psiquiatra y dejaron la compu toda para mi, para contarles mi historia. Estoy internado aquí desde hace seis meses. Estoy medicado con ritalina, clonazepan y una gotitas de haloperidol.
Todo empezó cuando empecé a llamar Papo y Mamo a mis padres adoptivos. Es que son gays ( y parecían buenos tipos) y me daba cosita usar los tradicionales Papá y Mamá. Papo se asustó, consultó con el psiquiatra de la obra social, éste dijo que yo usaba neologismos, y como me iba mal en la escuela (odio la doble escolaridad), cerraron el negocio: Sindrome de déficit de atención con hiperactividad y defensas esquizoides. "Es por tu bien, hijito", dijeron los guachos...
Aquí conocí a otro chico que pasó por algo parecido, pero con dos señoras. Él no inventó ningún neologismo, pero a veces confundía a Marta con Carmen, y viceversa, y ya se sabe cómo terminan estas situaciones. Las minas no te perdonan algunas cosas.
Tomamos sol juntos, escondemos las pastillas entre las encías y los labios, pero muy muy atrás. Al principio te da arcadas, después te acostumbrás.
Estamos mandando mails a ver si alguno les dice a quien corresponda que los problemas de identidad son un recurso compartido, y que si se hacen los guapos para adoptar, tengan huevos/ovarios para bancarse los rebusques que, con seis añitos, podemos hacer nosotros, que no tenemos más remedio que creerles. Además eso de comprar calzoncillos tanto para el Día de la Madre y/o del Padre me hacía sentir cosita...
Por lo demás, la comida es buena y zafamos de la escuela. Nos gustaría ver más tele, pero algunas veces, las enfermeras nos cuentan cuentos.
Eso si: en junio y en octubre, optamos por no llamar a nadie, no vaya a ser que nos equivoquemos, nos malinterpreten y aumenten alguna dosis.
Agradeceremos al Sr. Director la publicación de la presente.
Atentamente
Jonhatan y José
Hogar Neuropediátrico "Bartolo, el oso solo"