viernes, 2 de enero de 2009

LA MAESTRA NO QUIERE

QUE HACER CUANDO LA MAESTRA NO QUIERE IR A LA ESCUELA

Colabora hoy: J.B. de www.sucintosmicrorrelatosbreves.blogspot.com

El título de la monografía tiene gancho pero conlleva el desafío de sostener con el contenido anuncio tan prometedor. Todos los encabezados que formulan una pregunta crean la ilusión de conocer la resolución del problema y nos invitan inmediatamente a zambullirnos, creídos de que con la simple lectura de unos cuantos renglones se removerá el atascamiento en el que se ha convertido nuestra vida. Por qué, sino, gozan de tanto éxito los horóscopos que devoramos, aun cuando sabemos que, quien los escribe, en su vida estudió astrología, si ésta se estudiase. Cuando una maestra no quiere ir a la escuela yo le preguntaría, ¿por qué, seño (Rita), no quieres ir a la escuela? Ella seguramente me contestaría: no es que no quiera, no puedo, es que ando con un dolor de garganta muy fuerte.-¿Y qué has tomado para atenuar los efectos del dolor?-Lo de siempre, estatuto del docente compuesto. En un par de días se me quita.Ya reincorporada, luego de los días pagos que curaron su malestar, la seño (Rita) vuelve a faltar. De puro preguntón le formularía la siguiente interrogación: ¿por qué no quieres ir a la escuela seño (Rita)? Es muy posible que ella me respondiese: no es que no quiera ir, lo que ocurre es que necesito unos días porque tengo un examen.-¿Qué estudias?-Estudio para chef. -¿Ah, y tienes alguien que te ayude?-Bueno, mi profesor particular es el estatuto del docente.Unos días después la seño (Rita) se reincorpora pero avisa que va a volver a ausentarse porque a su hijo le ha salido un granito. Me la encuentro de casualidad y le consulto ¿dime seño (Rita) por qué no quieres ir a la escuela? Bueno, la respuesta la imaginan y el nombre del facultativo que atendió a su pequeño de quince años, también: doctor estatuto del docente.Nosotros sabemos que en realidad la maestra no quiere ir a la escuela y tiene un dios llamado e. del d. que siempre la salva. Pero entonces, ¿qué hacer cuando la maestra no quiere ir a la escuela? Lamento decir que quedará pendiente la respuesta porque no la tengo. Soy consciente de que he creado una razonable expectativa, lo puedo palpar, y pido disculpas. Una amiga que tiene tres hijos en edad escolar propuso una solución extrema que descarté : hay que matar al estatuto del docente. La persuadí de que la violencia no conduce a nada pero no encontré respuesta razonable cuando me preguntó si existe alguna otra rama de la actividad humana donde te paguen por no querer hacer un trabajo, y no hacerlo. Demasiadas preguntas sin respuesta.